jueves, 12 de diciembre de 2013

Los cuarenta y más dientes de Raquel (cuentos de Gabriel Jiménez Emán)

Imagen en el archivo de Tulio Torres




En 1973 se realizó la primera edición de Los Dientes de Raquel, una obra de Gabriel Jiménez Emán, considerada como pieza clave de la cuentística corta contemporánea. Para conmemorar esos cuarenta años  o cuarenta y más dientes que brotan de este paradigma narrativo, publicamos una selección de cuentos breves de su autor incluidos en las compilaciones La Gran Jaqueca (2002) y Los Dientes de Raquel (1973).


EL MÉTODO DEDUCTIVO (2002)
Al abrir el periódico, vio que el asesino le apuntaba desde la foto. Lo cerró rápido, antes de que la bala pudiera alcanzarle en el frente. Dejó el periódico a su lado, todavía humeante.

LA GRAN JAQUECA (2002)
Cecilia no soportaba la cabeza. Le dolía arriba y abajo, los ojos, la garganta, las sienes, la parte del cráneo, a veces los oídos y hasta el cuero cabelludo le dolían. Todos los calmantes, tratamientos, operaciones, no daban resultado. Migrañas, jaquecas y neuralgias, la atormentaban día y noche, y Cecilia decidió quitarse la vida. Como no tenía el valor para hacerlo, prefirió que se la quitaran y así le harían un gran favor.
Así ocurrió. Los amigos la despidieron con un veneno de rápido efecto, y que no le causo ningún dolor. El día del entierro, el demonio, que se presentó al sepelio disfrazado de doliente, le comentó a uno de los asistentes, al oído y a espaldas de los familiares de Cecilia, que habían cometido un error: antes de ser sepultada tenía que haber sido decapitada.

EN LÍNEA (2002)
Su permanente necesidad de usar el teléfono lo llevó del inalámbrico al radiocontacto, y de éste al celular, y de éste a otro celular más liviano y pequeño, y de ahí a otro modelo que no fuese necesario pulsar o sostener en la mano. Puesto que ya le hacía falta personalmente con nadie se hizo un implante telefónico cerebral que lo mantiene todo el día hablando consigo mismo en la sala del psiquiátrico.

LA VIDA (2002)
Fue engendrado y no dio cuenta. Nació sin percibirlo siquiera (apenas por aquella fuerte nalgada), creció sin saber que existía algo llamado la muerte. En la escuela un niño como él le dijo un día la verdad: la vida se acababa, tenía un fin. Y su madre, la única persona incapaz de mentirle, se lo confirmo.
Vivió como pudo. Conoció la alegría, el amor, el entusiasmo, y también, la angustia y la tristeza. Pero no sabía el rango de estos sentimientos, aunque más  adelante supo que era imposible el amor sin conocer el temor, ni la verdadera alegría sin saber lo que era estar abatido.
Luego se preparó para morir. Pasaron los años y, presintiendo ya cerca de muerte, no lo aceptaba: la evitaba, le huía aunque la sabia inevitable. Le hizo resistencia hasta el último momento.
Pero murió.
Murió total, completamente. Luego, fue engendrado y no se dio cuenta.

HASTA EL INFINITO (1973)
Aquel señor pensaba tanto en el infinito, que una tarde se quedó dormido y desapareció.

LOS BRAZOS DE KALYM (1973)
Kalym se arrancó los brazos y los lanzó a un abismo. Al llegar a su casa, su mujer le preguntó sorprendida: "¿Qué has hecho con tus brazos?"
—Me cansé de ellos y me los arranqué —respondió Kalym.
—Tendrás que ir a buscarlos, vas a necesitarlos para el almuerzo. ¿Dónde están?
—En un abismo, muy lejos de aquí.
— ¿Y cómo has hecho para arrancártelos?
—Me despegué el derecho con el izquierdo, y el izquierdo con el derecho.
—No puede ser —respondió su mujer— pues necesitabas el izquierdo para arrancarte el derecho, pero ya te lo habías arrancado.
—Ya lo sé,  mujer, mis brazos son algo muy extraño. Olvidemos eso por ahora y vayamos a dormir —dijo Kalym abrazando a su mujer.

UN PEZ ARREPENTIDO (1973)
Frank Tor lloró tanto que se convirtió en pez. Después se arrepintió tanto de haber llorado, que odió ser pez (sus lágrimas no tienen valor en las profundidades del mar), y así, de tanto llorar de ser pez, Frank Tor es hoy el único hombre-pez que existe y se cree que jamás podrá ser encontrado para preguntarle por qué ha llorado tanto.

LOS DIENTES DE RAQUEL (1973)
Raquel mordió una manzana, y todos sus dientes quedaron en ella. Fue a su casa con la boca sangrando a avisarle a su mamá. La mamá vino corriendo asustada a buscar los dientes de Raquel, y cuando llegó, los dientes se habían comido la manzana.
La mamá quiso recogerlos, pero los dientes se levantaron y se comieron a Raquel y a la mamá.
Después los dientes volvieron a la boca de Raquel, quien muy hambrienta corrió a pedirle a su mamá que le comprara una manzana.

UNOS ZAPATOS (1973)
Es la historia de un par de zapatos de cuero marrón oscuro y lustroso número 40. Mario se va a dormir frecuentemente a las 11:30 y los deja bajo la cama.
El zapato derecho espera que Mario se duerma y luego trata de despertar al zapato izquierdo, que siempre permanece inmóvil. Después camina solo por toda la habitación, y si la puerta está abierta sale a caminar entre los árboles, a tomar el aire o a ver las estrellas. Muy pronto se aburre de andar solo y piensa en el zapato izquierdo, el perfecto compañero para sus andanzas nocturnas.
Pasan los días y el zapato derecho sigue insistiendo en despertar al zapato izquierdo, y un día, por fin, lo logra. Se explica por eso que Mario se despertara una mañana y no encontrara a sus zapatos nunca más.

***Textos transcritos de Cuentos y microrrelatos de Gabriel Jiménez Emán (Caracas, 2009) publicado por Monte Ávila Editores Latinoamericana.

7 comentarios:

El lugar de las cosas invisibles dijo...

Me encantan los microcuentos. Sobre todo "La vida"

Unknown dijo...

Muy bueno la esencia y lo aveces inexplicable que puede considerarse cada uno de estos cuentos que bien ciertamente a pesar de lo corto que pueden ser, nos deja una incógnita me pareció que el cuento de la vida tiene el papel de enseñarnos que principalmente hay que saber vivir para saber morir.

Unknown dijo...

MUY BUENO LOS CUENTOS PORQUE NARRAN SOBRE LAS COSAS DE LA VIDA Y SOBRE LAS COSAS IMAGINARIAS DE NO REAL Y ME LLAMO MAS LA ATENCION MAS EN DE LOS BRAZOS DE KALYM PORQUE ME PARECIO RRARO QUE C RRANCARA AMBOS BRAZOS PERO PRIMERO UNO Y LUEGO EL OTRO ASOMBROSO MICROCUENTO.

Eglis sanchéz dijo...

Cuentos cortos y ala vez muy interesantes y tenebrosos como lo es los dientes de raquel, que se comieron a la misma raquel y a asu madre , lo cual nos conlleva a hacernos preguntas a nosotros mismo de que si sera o no real esos cuentos .

Unknown dijo...

Excelentes cuentos llenos de incertidumbre, incógnitas, y imaginación. Nos permiten preguntarnos a nosotros mismos el porque de las cosas,muchas veces vivimos una vida incierta llena de altibajos y similitudes pues bien es muy vivir y aceptar cada episodio en nuestras vidas muchas veces pueden ser buenos y otras malos. Pero como todo ser vivo nacemos y luego morimos excelentes cuentos y microrrelatos.

Unknown dijo...

Buen dia muy interesante los cuentos,y mas el de raquel ya que indica que sus dientes cobran vida y se deboran la manzana que se comia en en ese momento.Y que nos deja con la incognita si son ciertos o no.

ela caruso dijo...

Muy bueno todos, me gusto mucho.